lunes, 24 de enero de 2011

La Isla 2.0 - 1X03 "Hogar" - Episodio Completo



Los supervivientes han pasado dos días de asueto y tranquilidad, acampados en las cuevas, disfrutando de jabalí, pescado y fruta y relajándose después de las últimas aventuras. Dos de ellos, Leo (L.L.) y Javier (Dhyrsios) continúan con su viaje para explorar la isla. Cada día que pasa encuentran más señales de civilización: una cabaña abandonada llena de señales de haber vivido en ella durante años, luces que parpadean en la jungla y un dispositivo electrónico rodeado de un círculo de animales muertos en mitad de un claro. Los del campamento de las cuevas han conseguido encontrar una de las luces en el extremo superior de un enorme árbol. 

Día 14

Amanece en las cuevas. 

La noche ha pasado tranquila, estos días de descanso que habéis tomado os han recargado por completo las pilas pero parece que habéis decidido que ya es hora de moverse. Alrededor del desayuno, aderezado con unos exquisitos pájaros que ha traído Monto (y algo de raíces y bayas para Alma, pues ya se ha dado cuenta de que no come carne), discutís acerca de qué hacer en el día de hoy. 

Pero el almuerzo es interrumpido por el sonido de un disparo. 

-Eso no ha sido un trueno- dice alguno de vosotros. 

Alarmados salís a la entrada de la cueva, tratando de no ser un blanco perfecto para el tirador. Salís justo a tiempo para ver cómo se desploma desde arriba del acantilado que da a vuestro lago el cuerpo de alguien.

-¿Qué demonios hacemos?

Amanece en mitad de la jungla. Leo y Javier decidieron acampar cerca del aparato que encontraron ayer. Estaban bastante intrigados por su funcionamiento y decidieron quedarse cerca, aunque lo suficientemente alejados como para no caer en el “radio de la cosa esa”, como describió Javier el perímetro de animales muertos formando un círculo con el aparato en el centro. 

No han hecho fogata ni han llamado mucho la atención y, de hecho, han dormido prácticamente escondidos entre unos matorrales. 

Desayunan algo de fruta y comienzan a idear qué harán hoy. 

EDITADO (18/01/11)


Tras oír el disparo la gente de las cuevas ve cómo uno de los que se habían quedado en el campamento de la playa cae malherido desde el pequeño barranco a la orilla del lago. Cuando tratan de socorrerlo descubren que el tirador sigue ahí afuera, esperando que se acerquen a recoger al herido. Finalmente, pasadas bastantes horas, se acercan a recogerlo y no ocurre nada. Al parecer se ha marchado. Transportan al herido de bala a las cuevas y le practican una cura de emergencia, pero nadie tiene muchas esperanzas en que sobreviva. Deciden crear un perímetro de seguridad con trampas y avisos sonoros alrededor del barranco que rodea el lago y alguien advierte al grupo de algo en lo que, con los nervios del momento, nadie había reparado: el herido es del campamento de la playa. ¿Qué hacía cerca de las cuevas? ¿Estará bien la gente de las playas? Mientras tanto, Leo y Javier han vuelto sobre sus pasos a la cabaña que encontraran la jornada anterior. Hacen noche allí. 

Día 15

Amanece en las cuevas. 

Ha sido una noche dura de trabajo. Se han colocado objetos que puedan sonar al traspasar el perímetro, ocultos y unidos por cuerda y tanza. Se han desperdigado alrededor agujeros trampa y se han montado más guardias que nunca. Ángela, DLobo y algunos más han estado cuidando de Luis, el herido de bala, que ha pasado una noche de fiebre y sudor, inconsciente. Al amanecer no tiene mejor aspecto. 

El desayuno es rápido y silencioso. Durante el mismo comienzan a plantearse los planes de acción para el día.
¿Qué haréis?

Amanece en la cabaña de la jungla. 

Leo y Javier han montado sus guardias y han pasado una noche tranquila. En la jungla han observado de nuevo el extraño patrón lumínico que se despliega cada noche en el bosque. En un momento determinado, durante una guardia de Leo, este despierta a Javier para que se ponga en guardia. A lo lejos, en la jungla, ven aparecer a un grupo de unos diez hombres, vestidos de negro y portando rifles. Van en silencio absoluto y se mueven apenas sin hacer ruido en la selva. Vienen del sur, de los campamentos playa y volcán, y no parecen reparar en ellos. Pasan a escasos metros de la cabaña y continúan andando hacia el norte. 

¿Qué haréis?

EDITADO (19/01/11) 


Algunos supervivientes vuelven a la playa para ver si todo está en orden mientras el resto cuida de Luis en las cuevas. Allí descubren que las cosas no han ido bien para el campamento de la playa. Fueron atacados dos noches seguidas en las que les robaron los alimentos y algunas de sus posesiones. La tercera noche decidieron esperar despiertos y fueron atacados por cinco hombres vestidos completamente de negro y que parecían bien entrenados. Siguiendo a uno de ellos, Luis llegó hasta el barranco de las cuevas donde le dispararon. Todos los supervivientes vuelven a las cuevas para defenderse mejor en caso de ataque con el grupo que quedaba en la playa que parece que se ha militarizado bajo las órdenes de un tal Eliseo. Mientras tanto, Leo y Javier continúan con sus investigaciones explorando la isla. 

Día 16

Amanece en las cuevas. 

La noche ha sido bastante movidita. Se han hecho nuevas trampas, se han doblado las guardias y se plantea colocar hombres en algunas de las otras cuevas para tener mejor defensa. Algunos creen que os estáis pasando, que quizá lo del tiroteo fuese un hecho aislado que no tiene porqué repetirse. Luis ha muerto durante la noche. Todos lo esperabais, pero ha sido un duro golpe. Ángela hizo todo lo que pudo, pero no fue suficiente. El desayuno es rápido y silencioso hasta que alguien rompe el silencio para decir:

-Bueno, hay que hacer cosas. ¿Qué vamos a hacer? ¿Cuál es el plan?
-Quizá habría que darle un entierro a Luis.
-Sí, eso seguro. ¿Pero después de eso?

Grojniak y Claude se han hecho con dos “palas” fabricadas por los del campamento playa para cavar las trincheras. Podrían valer para el entierro. 

Amanece en la cabaña. 

Parece que Leo y Javier tenían mucho que investigar en la cabaña con lo que han pasado una segunda noche en ella. Al despertar está claro que hay que seguir, avanzando o volviendo a la playa o a las cuevas, pero quedarse allí es estar demasiado expuesto. 

¿Algún plan?

EDITADO (20/01/11)


Los supervivientes dan sepultura a Luis, que finalmente murió como consecuencia de la herida de bala. Después tratan de organizarse para qué hacer desde ahora. Algunos viajan al cementerio de aviones, donde rescatan algunos objetos útiles, otros descubren que el cable que va al “luztransmisor” se entierra verticalmente en tierra y que a seis metros de profundidad aún continua avanzando hacia abajo. Se plantean crear un software, con el portátil de Ludio, para rastrear a dos supuestos sobrevivientes de otro accidente cuyo mensaje de SOS se repite en uno de los canales del walkie olvidado por uno de los ninjas. Leo y Javier registran la cabaña y encuentran muchos datos acerca de un supuesto escritor llamado Leonardo Hallberg Cruces. Casi todos los datos apuntan a que era él quien habitaba la cabaña en la jungla. 

Día 17

Amanece en las cuevas. 

La gente comienza a impacientarse por saber qué vais a hacer al respecto de los asuntos importantes. Ellos quieren hacer algo, quieren no quedarse quietos. Las dos cosas más importantes de las que se habla son: trabajar para que nos rescaten y qué hacer con los hombres de negro. Pero parece que los días pasan y no se toman decisiones. Un grupo de supervivientes, la mayor parte de ellos de los que se había quedado en la playa, han decidido esta noche que si nadie se aclara, ellos mismos salen después de desayunar a encontrar a Leo y Javier, que es la mayor prioridad. “No sabemos si están caminando sin saberlo a la mismísima boca del lobo. Se merecen ayuda, ellos están haciendo todo esto por nosotros, para encontrar ayuda. No pensamos enterrar a más compañeros”.

Cuando os ponéis al día de las guardias que se han hecho durante la noche (todas en el lago y en la “cueva principal” porque todavía no habéis decidido si deberíais explorar y usar el resto de cuevas más pequeñas), Ignacio, un tipo con aspecto de buen tipo y pinta de hombre tranquilo, informa de lo que ha visto en su guardia:

-Los luztransmisores han vuelto a hacer lo de todas las noches pero, esta vez, otra luz les ha contestado desde la cima del volcán. O al menos a esa altura. Luego se ha oído a lo lejos una especie de aullido seguido de gruñidos. Se oía de fondo, pero lo suficientemente claro como para ponerme la piel de gallina. Ha estado aullando, lo que sea, hasta un poco antes de terminar mi guardia. 

-Yo también lo he oído- dice Andrés, al que le había tocado la misma guardia que a Ignacio en la parte más alejada de las cuevas, en la otra orilla del lago-. Pero si te digo la verdad pensé que me estaba volviendo loco. Luego no le di importancia. Alguna parte de mi cerebro me obligó a pensar que eran los sonidos habituales de la jungla. 

El desayuno es abundante en pescado, fruta y raíces. Diego ha preparado incluso una salsa exquisita para acompañarlo todo. Nadie se explica cómo sabe a yogurt, pero así es. Y a canela. Alrededor del plato os volvéis a poner las pilas acerca de ¿qué hacer?

Amanece en la jungla.

Leo y Javier, habéis llegado con los primeros rayos de sol a la extraña construcción que hace un par de noches estaba rodeada de animales muertos. Hoy no lo está. No queda ni rastro de ni un solo animal en el radio que comprobasteis que tenía la primera vez que la visteis. Ahí la tenéis
.
Exactamente,  

¿Cuál es el plan? Explicadme punto por punto lo que hacéis. Poneos de acuerdo y decidid el plan de acción, completo. Lo que escribáis es lo que se va a hacer, sin marcha atrás. Adelante. 

EDITADO (21/01/11)



Algunos discuten acerca de la funcionalidad o no de los inventos que han creado para, entre otras cosas, rastrear la señal que se repite en la que dos supervivientes a otro accidente de avión piden ayuda. El problema de las baterías es ahora una realidad. El portátil de Ludio ya no tiene carga para encenderse y todos los aparatos correrán la misma suerte tarde o temprano. Tras enterrar a Luis, Ludio, Alma, Grojniak, Virginia, Pepe y Eliseo deciden ir en busca de Leo y Javier, preocupados de que se encuentren con los ninjas en su caminata sin estar preparados. Al caer la noche, luego de dormir un poco después de cenar (Alma tiene enormes pesadillas en las que una hoja de lechuga gigante se come a todos sus amigos), salen de las cuevas.

Día 18

Durante la noche, el equipo de rescate (llamaremos así al grupo que ha salido en busca de Leo y Javier, toma ciertas decisiones acerca de cómo darles alcance más rápido. 

-Decidieron seguir el trazado de la costa- dice Eliseo-. Eso nos dice que fueron en dirección este hasta el cementerio de aviones, luego un poco más, quizá hicieran noche a un día de distancia, ya en dirección norte. Si continúan el trazado de la costa podríamos ganarles al menos un día de ventaja si nosotros cruzamos la selva directamente dirección noreste. Trazaremos una diagonal. Rezaremos para que se hayan retrasado contemplando el paisaje o ya estén de vuelta. 

El grupo se encaminó jungla adentro en territorio inexplorado, en plena noche. M.J. y Eliseo, junto con Ludio, habían preparado unas antorchas bastante útiles, pero las llevaron apagadas la mayor parte del tiempo para “no llamar la atención del enemigo”. 

Quizá una hora después de salir, cruzan una zona de la jungla en la que la concentración de luztransmisores “dialogando” es más alta de lo normal. Hay un zumbido ambiental bastante antinatural y molesto. 

Pasado el “campo de luces”, el equipo de rescate encuentra una pequeña elevación del terreno (unos diez metros), un pico poco elevado, en el que deciden descansar un poco ya que deben quedar un par de horas para la salida del sol y si quieren adelantarse a Leo y Javier deberán dormir un poco y continuar andando en cuanto amanezca. 

Amanece en el campamento del equipo de rescate. Habéis dormido poco. El que ha estado de guardia (Pepe) de hecho no ha dormido nada. Eliseo ha encendido el walkie al amanecer y ha probado de nuevo las frecuencias. Nada: klingon y mensaje repetido de SOS. 

Tomáis un desayuno rápido y decidís continuar. ¿Alguna sugerencia?

Durante la noche, Javier ha abierto la “caja de luces” del extraño aparato. En su interior ha encontrado un circuito con una bobina y dos piezas en forma de E, una de ellas móvil y la otra estática. Pueden verse los arcos voltaicos (pequeñitos) pasar de la bovina al resto de componentes. Javier decide que la pieza en forma de E es una palanca y se dispone a tirar de ella. 

Sabe que algo va mal cuando se da cuenta de que la herramienta que ha usado para abrir la caja comienza a moverse en su bolsillo al acercarse al circuito. De hecho, si no es porque la pilla en el aire, la herramienta está a punto de volar a toda velocidad contra la caja. 

Cuando introduce la mano para tirar de la supuesta palanca, cuando la aproxima a la pieza en forma de E, recibe un pequeño calambrazo que le obliga a retirar la mano. Acto seguido el circuito deja de emitir ruido. Los arcos voltaicos dejan de moverse y, poco a poco, la máquina se apaga. 

Deciden esconderse a ver qué ocurre, mientras se preguntan qué demonios ha pasado. 

Amanece cerca del extraño aparato. Leo y Javier han pasado la noche en guardia, espiando “la farola” para ver si aparecía alguien y, casi con el primer rayo de sol, así es. Un tipo vestido de negro, con gafas redondas, de unos veintitantos años (él, no sus gafas), con un rifle de caza colgando del hombro derecho y un walkie en la presilla del pantalón, aparece de la nada y se aproxima bostezando a “la farola”.

El tipo se aproxima a la caja y, por primera vez desde que ha llegado bostezando y restregándose los ojos, parece ponerse en guardia. Mira la caja desvencijada, echa mano al rifle y… 

Leo, Javier… ¿qué ocurre entonces?

EDITADO (22/01/11)



El equipo de rescate continúa su caminata jungla adentro tratándose de adelantar al camino de Javier y Leo. En su andadura encuentran nuevos signos de civilización: en un árbol, una ruinosa casa del árbol. Mientras, Javier y Leo han desvencijado la “caja de fusibles” del aparato en mitad de la jungla y, agazapados, han esperado a que apareciese alguien a revisarlo. Así ha sido y, en un forcejeo, lo han dejado K.O. Se trata de un hombre vestido completamente de negro, con gafas, un rifle y un walkie. 

Día 19

Amanece (que no es poco) en el improvisado campamento del equipo de rescate. Esta vez han dormido casi toda la noche de un tirón, para recargar fuerzas. El plan de Eliseo parece consistir en descansar de pleno solo una vez antes de encontrar a los compañeros y esa vez ha sido hoy. Para esta jornada se plantea caminar todo el día y toda la noche. Con el primer rayo de sol desayunáis y os preparáis para la larga caminata. 

-Yo estaba planeando hacer el camino de Santiago para el año que viene- dice alguien-. Gracias, Eliseo. 

Todos ríen. 

Amanece cerca del extraño aparato. Leo y Javier tienen a un prisionero al que han alejado todo lo posible de “la farola” y han atado. Ahora desayunan esperando a que el tipo despierte. 

Buenos días, Isla. 

EDITADO (24/01/11)

Tras varios días de mucho caminar, el equipo de rescate ve señales de Javier y Leo. Una cabaña en la jungla en la que hay varios libros, botellas de licor, un traje de novia y algunos papeles manuscritos. Parece que los libros y los papeles están firmados por un tal Leonardo Hallbeg Cruces. En los dibujos hechos por un niño, Ludio y Virginia, que encontraron una casa de árbol llamada "Hogar", descubren que en la isla vivía una familia formada por papi, mami, Tadeo, Joaquín y otro hombre más al que el niño identifica como su tío. En la cabaña alguien ha dormido al menos dos noches, todo indica que han sido Javier y Leo puesto que en la puerta hay signos de haber hecho un fuego. Probablemente el fuego que todos vieron desde la cima del volcán. Mientras tanto, Leo y Javier han capturado a un hombre de negro y planean ahora vestirse con su ropa y esperar a que alguien le eche en falta. 


Día 20


Tras casi toda la noche caminando, el equipo llega a la cabaña.

-Estamos cerca- dice Eliseo-. No podemos parar ahora. Han estado aquí durmiendo al menos dos noches. Eso significa que no pueden estar muy lejos.
-¿Por qué dos noches? ¿Estarán heridos?

La expedición continúa, esta vez siguiendo la linea de la costa.

Leo se viste con las ropas del capturado y espera, de pie junto al aparato, a que aparezca alguien. Al rato comienza a sonar su walkie talkie, ahora en poder de Javier.La voz habla en ese extraño idioma. Primero comienza a preguntar tranquilamente. Identificáis el nombre del tipo, pues se repite varias veces: "Ampolo".
Luego de que Ampolo no responda la voz se repite de nuevo, esta vez más alarmada y tras decir un par de cosas en la extraña lengua se corta la emisión.

Este sonido a través del walkie lo oyen también a través del suyo propio el equipo de rescate.

Poco más tarde aparece un hombre, vestido como el de antes, pero con una larga melena rubia que se aproxima poco a poco a Leo.

-¡Ampolo!- le grita.

Cuando ve que Leo no responde, de espaldas como está, levanta el arma y se va acercando, apuntándole con su rifle. Javier, que está escondido detrás de unos matorrales esperando ver qué hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario